Mientras que el miedo es una respuesta emocional a una amenaza inminente, real o imaginaria, la ansiedad es una respuesta anticipatoria a una amenaza futura. Aunque ambas respuestas se solapen, también se pueden diferenciar: el miedo se asocia a accesos de activación autonómica necesarios para la defensa o la fuga, pensamientos de peligro inminente y conductas de huida, y la ansiedad está más asociada a la tensión muscular, vigilancia en relación con un peligro futuro y comportamientos cautelosos o evitativos. A veces, el nivel de miedo o ansiedad se ve reducido por conductas evitativas generalizadas.

Al igual que con otras conductas, pensamientos y emociones, cuando el miedo y la ansiedad son excesivos o persistentes (6 més o más) y, sobre todo, porque la persona lleva a cabo conductas para protegerse de ese miedo o ansiedad se habla de un trastorno, cuando el miedo o ansiedad excesiva genera conductas desadaptativas o disfuncionales hablamos de trastornos de ansiedad. Hay diferentes trastornos de ansiedad pero todos comparten características de miedo y ansiedad excesivos, así como alteraciones conductuales asociadas. y, sobre todo, porque la persona lleva a cabo conductas para protegerse de ese miedo o ansiedad.

Las crisis de pánico se presentan principalmente con los trastornos de ansiedad como un tipo particular de respuesta al miedo. Las crisis de pánico no se limitan a los trastornos de ansiedad, sino que también pueden ser observadas en otros trastornos mentales. Los trastornos de ansiedad se diferencian entre sí según el tipo de objetos o situaciones que inducen el miedo, la ansiedad o las conductas evitativas, y según la cognición asociada. Pese a que los trastornos de ansiedad tienden a ser altamente comórbidos entre sí (coexisten con otros trastornos), pueden ser distinguidos a través de un análisis detallado por parte del terapeuta del tipo de situaciones que se temen o se evitan, y del contenido de los pensamientos o creencias asociados. Muchos de los trastornos de ansiedad se desarrollan en la infancia y tienden a persistir si no se tratan.

  1. Ataque de pánico: Un ataque de pánico es un acceso brusco de miedo o malestar intenso que alcanza su máximo en cuestión de minutos y que se acompaña de una serie de síntomas físicos (palpitaciones; sudoración; temblor; dificultad para respirar; sensación de ahogo; dolor o molestias en el pecho; nauseas o malestar abdominal; sensación de mareo; escalofríos o sensación de calor; sensación de hormigueo o entumecimiento; y desrealización o despersonalización), y cognitivos (miedo a perder el control o a “volverse loco” y miedo a morir).Hay dos tipos característicos de ataques de pánico: 1. Esperados. Son aquellos en los que existe un desencadenante, como pueden ser las situaciones en las que previamente han ocurrido ataques de pánico. 2. Inesperados. Son aquellos para los que no hay ninguna señal desencadenante en el momento en que aparecen, como pude ser despertarse del sueño en un ataque de pánico.
  2. Trastorno de ansiedad generalizada: La característica esencial del trastorno de ansiedad generalizada es una ansiedad y una preocupación excesiva acerca de una serie de acontecimientos o actividades (salud, problemas familiares, dinero, trabajo, etc.) que da lugar a una serie de malestares físicos o mentales: tensión muscular; inquietud; tendencia al cansancio y la irritabilidad; problemas de concentración; y problemas de sueño. La intensidad, la duración o la frecuencia de la ansiedad y la preocupación son desproporcionadas al problema o al impacto real del suceso anticipado.
  3. Trastorno de ansiedad social (fobia social): Este trastorno se caracteriza porque la persona presenta un intenso miedo a las situaciones sociales en las que puede ser analizado o evaluado por los demás. La ansiedad excesiva se vincula a circunstancias donde otros podrían observar de cerca al paciente, como hablar o actuar en público, comer o beber, escribir o hablar con otra persona. Debido a que estas actividades casi siempre provocan un temor exagerado a la vergüenza o al rechazo social, la persona evita estas situaciones o las enfrenta con gran ansiedad.
  4. Fobia específica: La fobia específica se caracteriza porque los pacientes sienten temores injustificados a objetos o situaciones específicos. Las más habituales son a la sangre; a los animales; las alturas; viajes en avión; enclaustramiento; y las tormentas eléctricas. La ansiedad, que aparece cuando la persona se expone a uno de estos estímulos, pude manifestarse por medio de un ataque de pánico o una sensación más generalizada de ansiedad.
  5. Agorafobia: La agorafobia se refiere al temor que algunas personas sienten ante cualquier situación embarazosa o lugar del que parezca difícil escapar o donde pudiera no haber ayuda disponible en caso de que se desarrollaran síntomas de ansiedad. Estas situaciones pueden ser el uso de transporte público, estar en espacios abiertos o cerrados, hacer cola o estar en medio de una multitud o estar solo fuera de casa. Las personas que tiene agorafobia pueden llegar a evitar por completo el lugar o la situación temidos; o bien, en caso de necesitar enfrentarlos, sufren ansiedad intensa o requieren la presencia de un acompañante.
  6. Trastorno de pánico: El trastorno de pánico es un trastorno de ansiedad frecuente en el que la persona experimenta ataques de pánico inesperados y le preocupa que pueda sucederle otro y por eso trata de evitar el desarrollo de ataques adicionales tomando medidas (que suelen ser ineficaces) como abandonar algunas actividades o evitar acudir a sitios en los que los ataques de ansiedad han ocurrido.
  7. Trastorno de ansiedad por separación (TAS): Durante años, este trastorno se diagnosticaba únicamente en la niñez, sin embargo, se ha visto que también afecta a los adultos. La ansiedad por separación es un mecanismo normal, necesario y adaptativo, que se intensifica a partir de los 3 años de edad y poco a poco va desapareciendo a medida que aumenta el repertorio conductual del niño o niña y la familiaridad del contexto. El síntoma central del TAS es el miedo excesivo a la separación de las figuras de apego o del hogar. La ansiedad puede aparecer ante situaciones reales donde la persona tenga que separarse del cuidador o de la persona por la que se siente apego o ante la anticipación o imaginación de estas situaciones (ir de viaje, un secuestro) o bien que ocurra un posible daño a las figuras de apego (un accidente de coche, una enfermedad, muerte de los progenitores) y sienten la necesidad de conocer dónde están cuando se separan de ellas. El miedo a la separación tiene unas características especiales: • El miedo afecta a un importante número de situaciones en el día a día. • Se deriva de un miedo evolutivo, normal y necesario. • Está relacionado con el sistema de apego e implica a las figuras de vinculación.

El diagnóstico diferencial a parte de diferenciarse entre los diferentes trastornos de ansiedad por la fuente de origen o causa de la misma, incluye:

  1. El trastorno de estrés postraumático o trastorno de estrés agudo. Se caracterizan por ansiedad que aparece en relación con la exposición a indicios internos o externos que simbolizan o se asemejan a un aspecto del suceso traumático, o como parte del estado de alerta y reactividad asociados con haber estado expuesto a un suceso traumático.
  2. También la anorexia nerviosa o bulimia nerviosa: Puede caracterizarse por preocupación o ansiedad asociadas con el temor a engordar.
  3. Por otro lado con el trastorno obsesivo-compulsivo: Generalmente, se caracteriza por pensamientos repetitivos que provocan ansiedad, que son percibidos como intrusivos, no deseados, inapropiados y egodistónicos y que suelen acompañarse de compulsiones que sirven para reducir la ansiedad.
  4. Fobia específica. Se caracteriza por la evitación de una situación temida específica.
  5. Trastorno depresivo mayor: A veces, las personas con depresión mayor pueden estar confinados al hogar debido a sensaciones de apatía, fatiga, pérdida de la capacidad de experimentar placer o preocupaciones acerca de llorar en público.
  6. Trastorno psicótico con ideas delirantes: Puede caracterizarse por evitación que se debe a preocupaciones delirantes.
  7. Mutismo selectivo: No hay temor a la evaluación negativa en situaciones sociales en las que no es necesario hablar.
  8. Trastorno negativista desafiante. Puede caracterizarse por una negativa a hablar debido a la oposición a figuras de autoridad o un comportamiento negativista persistente no relacionado con la anticipación o el hecho de separación.
  9. Trastorno del espectro autista. Se caracteriza por ansiedad social y déficits de comunicación social que suelen determinar una falta de relaciones sociales apropiadas a la edad.
  10. Trastorno de la personalidad evitativa.
  11. Trastorno dismórfico corporal. Se caracteriza por la creencia relativamente fija de que determinadas características hacen deforme o fea a la persona, lo que puede causar ansiedad social y evitación de situaciones sociales.
  12. Trastorno delirante. Puede caracterizarse por ideas delirantes o alucinaciones centradas en el hecho de ser rechazado u ofendido por otros.
  13. Trastornos relacionados con la ingesta. Pueden caracterizarse por comportamiento de evitación solamente relacionado a la comida y aspectos relacionados con los alimentos.
  14. Trastorno de personalidad dependiente: Se caracteriza por una tendencia indiscriminada a depender de los demás.
  15. Trastorno de personalidad límite. Se caracteriza por el temor al abandono de los seres queridos, aunque también hay problemas de identidad, autodirección, funcionamiento interpersonal e impulsividad.
  16. Trastorno de conducta: Puede caracterizarse por evitación de ir al colegio haciendo novillos.

Su evaluación se realizará mediante la entrevista clínica y cuestionarios como:

  1. Escala de ansiedad estado-rasgo de Spielberger (STAI): Este cuestionario fue la primera prueba diseñada para evaluar el nivel actual de ansiedad y la predisposición de la persona a responder al estrés. Evalúa la ansiedad ante situaciones concretas y la ansiedad en general. El cuestionario completo consta de 40 ítems, 20 para cada tipo de ansiedad. Los diferentes ítems se valoran en una escala de 0 (nada) a 3 (mucho).
  2. Inventario de Situaciones y Respuestas de Ansiedad (ISRA) de Miguel-Tobal y Cano Vindel: Este cuestionario evalúa la frecuencia de respuestas de ansiedad (cognitivas, fisiológicas y motoras) por separado, ante diferentes situaciones; y permite la obtención de un perfil de reactividad individual. Este cuestionario tiene un formato “situación-respuesta” e incluye una situación abierta para que pueda ser descrita por la persona. Ofrece información sobre los distintos sistemas de respuesta; áreas situacionales específicas (ansiedad de evaluación, fóbica, interpersonal, o ante situaciones de la vida cotidiana); y el nivel general de ansiedad. Este cuestionario está formado por 69 ítems, 23 (son los mismos siempre) para cada tipo de respuesta. El cliente deberá puntuar cada respuesta en una escala de 0 (casi nunca) a 4 (casi siempre).

Recordemos que estas pruebas psicométricas nos sirven no solo para confirmar el diagnóstico sino que también para medir la evolución. El objetivo de una terapia con el fin de reducir los síntomas relacionados con la ansiedad debe reducirlos, y para ello hay que evaluar estos síntomas al principio y al final de la terapia.

En otro texto hablaremos del tratamiento de los trastornos de la ansidedad entre otros temas relacionados. Si tienes alguna pregunta al respecto, no dudes en contactarme.

Fuente principal: El Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition (DSM-5) —en español: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5)— es la actualización de 2014 del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, una herramienta de clasificación y diagnóstico publicada por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés).

Otros artículos y preguntas frecuentes:

La ansiedad: evaluación y diagnóstico

Mientras que el miedo es una respuesta emocional a una amenaza inminente, real o imaginaria, la ansiedad es una respuesta anticipatoria a una amenaza futura. Aunque ambas respuestas se solapen, también se pueden diferenciar: el...

La depresión: evaluación y diagnóstico

El trastorno depresivo mayor es una de las principales enfermedades más extendidas mundialmente, se estima que 322 millones de personas se ven afectadas y las cifras siguen creciendo. Los trastornos depresivos se caracterizan no siempre...

¿Realmente funciona la terapia psicológica?

Esta es una pregunta típica que se hace cualquier persona que esté considerando hacer psicoterapia, y que tenga dudas sobre si la terapia psicológica funciona. Además, con el coste que representa, tanto de tiempo, energía...